martes, 10 de febrero de 2015

   Contaminación del Aire Partículas en suspensión



Las partículas en suspensión  son todas las partículas sólidas y líquidas que se encuentran suspendidas en el aire, la mayor parte de las cuales suponen un peligro. Esta mezcla compleja contiene, entre otras cosas, polvo, polen, hollín, humo y pequeñas gotas.

Estas partículas tienen una gran variedad de tamaños, desde grueso hasta fino y ultra fino. También presentan composiciones y orígenes dispares. 
Las partículas pueden ser emitidas al aire de forma directa cuando provienen de fuentes como los procesos de combustión o el polvo arrastrado por el viento; o bien formarse en la atmósfera por la transformación de gases emitidos como el dióxido de azufre.  

Las partículas en suspensión presentes en el ambiente son la causa de efectos dañinos para la salud, incluso en ausencia de otros contaminantes del aire. Se ha demostrado que tanto las partículas finas como las gruesas afectan a la salud, especialmente al aparato respiratorio. En Europa, la exposición a largo plazo a las concentraciones de partículas en suspensión que encontramos actualmente en el ambiente puede afectar a los pulmones tanto de niños como de adultos, y puede también causar la pérdida de varios meses de esperanza de vida, sobre todo en personas con enfermedades cardíacas y pulmonares preexistentes. 

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